El 11 de noviembre de 2017 nos dejó Gregorio Sánchez Fernández, mejor conocido como Chiquito de la Calzada. Hombre de mil “fistros pecadores” y “jarl” inconfundibles, su humor rompió moldes y palabras. Aunque ya no esté entre nosotros, su estilo único sigue vivo en cada chiste mal contado (¡con cariño!) y en cada frase que deja a más de uno “cansao”.
Nacido en Málaga y artista desde niño, primero fue cantaor flamenco, pero su verdadera “güena suerte” vino cuando, ya pasados los cincuenta, se estrenó en el programa Genio y Figura (1994). Chiquito cambió la comedia española y llenó nuestro vocabulario de “fistros” y “cuidadin”. Era el rey de lo absurdo y surrealista, y su capacidad para reírse de todo con “guindilla, pechito y a reír” aún hoy nos sorprende.
Frases que quedarán para la eternidad
Aquí van algunos de sus clásicos más míticos, ¡por si quieres soltar alguna en el artículo!
- “¡Te das cuen!”: Una señal de que Chiquito estaba revelando alguna gran verdad (absurda).
- “Por la gloria de mi madre”: Toda una garantía de seriedad… al estilo Chiquito, claro.
- “Fistro pecador de la pradera”: Nadie sabe de dónde venía esto, pero es el insulto más tierno que existe.
- “Cobarde, pusilánime, pecador de la pradera”: Para cuando hacía falta meter miedo.
- “¡Hasta luego, Lucas!”: Y con esto se despedía Chiquito después de un chiste.
El legado de Chiquito: Humor que perdura
Chiquito no solo nos dejó frases; su forma de caminar, sus pausas y ese humor sin filtros pero con clase nos invitan a no tomarnos la vida tan en serio. Hoy, desde el cielo, sigue diciendo “no puedorrr” mientras nos observa a todos partirnos de risa.